Los alimentos de prescripción veterinaria están perfectamente balanceados para contrarrestar los efectos de determinadas enfermedades o condiciones médicas. Su equilibro nutricional debe ser perfecto para cada condición y los suplementos nutricionales que puedan incorporar, seleccionados en base a la evidencia científica actual. Por lo tanto, únicamente son fabricados por marcas que realizan investigación y desarrollo en materia de salud animal y que están estrechamente relacionadas con el mundo de la veterinaria clínica (a través de universidades, laboratorios, asociaciones de medicina veterinaria…).
Aunque, en Europa, la venta de este tipo de alimentos es libre, el consumidor debe ser consciente que algunas dietas terapéuticas pueden estar contraindicadas en algunas situaciones e incluso en animales sanos, por lo que recomendamos no usarlas nunca sin una indicación de su veterinario.